DOCUMENTO SOBRE NUESTRA PROPUESTA

Bloque primero izquierda (en construcción)
Proceso constituyente de una nueva organización política para el trabajo en red
Nos presentamos a la sociedad granadina con el objetivo de aunar y sumar esfuerzos para crear un amplio movimiento, un espacio común de trabajo social y político que haga mucho más eficaces nuestros esfuerzos. Nos encontramos gentes provenientes de movimientos sociales, cívicos, culturales, sindicales, vecinales, de grupos políticos de la izquierda local (como por ejemplo CpL-Convocatoria por Loja) o andaluza y estatal (por ejemplo: IZAN-Izquierda Anticapitalista, gentes de IU a nivel individual, etc).
Iniciamos este proceso constituyente sobre la base
1. Nada está decidido de antemano.
2. Ponemos en marcha un proceso abierto, participativo y plural, en el que cualquier persona que lo desee pueda participar libre y activamente, con el grado de compromiso que considere oportuno.
3. Queremos configurar un movimiento social y político de izquierdas y de carácter plural. Se trataría de trabajar en la integración, la suma, de personas de distintas sensibilidades, por ejemplo, desde la izquierda transformadora, la ecología o el andalucismo.
4. Queremos confluir generando redes con personas y organizaciones de distintos lugares hasta alcanzar, como mínimo, un ámbito andaluz.
5. Pretendemos ser un instrumento útil e influyente tanto en el debate de ideas como en la acción social y política. Promover la elaboración de propuestas y alternativas concretas a los problemas socio-económicos (paro y crisis económica, precariedad laboral, modelo productivo, educación, vivienda, barrios ignorados…), políticos (partidos decadentes, corrupción, sistema electoral, financiación local y autonómica…), medioambientales (Vega, infraestructuras, urbanismo y modelo de ciudad, contaminación, ordenación del territorio, etc.), y la falta de derechos (libertades, igualdad, inmigración, mujer, juventud, medios de comunicación e información, cultura…).
6. Buscamos re-construir la izquierda en red, tanto en la acción, en la participación, en la ideología como en la organización.
Propuesta
1. Ámbito: Granadino. En principio nuestro ámbito se limita a
· Granada y provincia, aunque con voluntad trabajar por confluir en red hasta alcanzar, al menos, el ámbito de Andalucía. Se trata de “actuar localmente pero enredando y pensando globalmente y actuar en lo inmediato pero imaginando a largo plazo”. Trabajo en red para resistir, luchar y construir una alternativa al capitalismo globalizado.
2. Independiente. El proyecto sólo obedecerá a las directrices, ideas y programas decididos democráticamente por las personas que lo conformen.
3. De izquierda. Porque nos situamos en el campo de las ideas y la acción de la izquierda. Una izquierda crítica que no sólo debe aspirar a gestionar o administrar lo existente sino que debe intentar transformar la realidad, hacerla más justa e igualitaria.
4. Transformador. Para conseguir las mayores cotas de progreso, calidad de vida, libertad, democracia, paz y, en general, felicidad para el conjunto de la sociedad.
No entendemos sin embargo que el progreso (y ni muchos menos el crecimiento) sea la ley inexorable de la historia ni tampoco que sólo admita una única dirección sino que por el contrario constituye una opción que admite una diversidad de caminos, y por la que merece la pena trabajar, siendo conscientes de que cualquier forma de superación de la actual situación pasa por construir una alternativa al sistema político capitalista dominante.
5. Ecologista. Defendemos y luchamos por un sistema de producción económica alternativo basado en lo local, en la autosuficiencia y en la articulación de redes supralocales. Por ello frente al modelo de desarrollo sostenido es preciso plantear un modelo de desarrollo sustentable que, además, no sólo tenga en cuenta a las generaciones contemporáneas sino también a las generaciones futuras. Esto implica el fomento de nuevas pautas de relación con la naturaleza y entre las personas, así como un nuevo enfoque en los actuales modelos de producción y consumo.
6. Feminista. El feminismo como alternativa integradora, de superación de cualquier tipo de discriminación, marginación o exclusión social, con sus nuevos valores de creatividad e igualdad, no sólo política o económica sino también en las relaciones humanas.
7. Pacifista y antiautoritario.. Para la solución pacífica de los conflictos entre las naciones, entre los grupos humanos e incluso entre las personas. Hacemos de los derechos humanos y las libertades públicas e individuales una bandera irrenunciable. Defendemos la ética política y social como valor básico de convivencia y solidaridad. Repudiamos el autoritarismo en todos los ámbitos de las relaciones políticas, económicas o sociales. Asumimos el respeto como un valor fundamental para la convivencia.
8. Multiétnico y Multicultural. Las políticas que se realicen deben tener en cuenta los intereses de los diferentes grupos culturales y étnicos, actuando según las premisas de colaboración, integración y respeto entre todas las personas.
9. Democrático y Participativo. Por cuanto queremos una sociedad profundamente democrática, plural y participativa y pretendemos trabajar día a día en esa dirección. Porque creemos que es posible una cultura del trabajo colectivo, de la participación y del consenso.
10. Republicano. No sólo en cuanto a la defensa de la República como forma política de gobierno, mucho más democrática, frente a la actual Monarquía constitucional, sino también en cuanto al concepto que lleva implícito, por un lado, el concepto de ciudadanía, el ciudadano y la ciudadana, como sujetos libres, conscientes y activos, como titulares de derechos individuales y colectivos; y por otro, el de laicismo, que delimita con toda claridad la separación entre el ámbito de lo público, el Estado, y cualquier fe o creencia religiosa, que en todo caso pertenece al ámbito de lo privado, de lo íntimo.
11. Andalucista. Porque consideramos que Andalucía constituye un territorio y un ámbito de convivencia con una identidad propia, dentro de su pluralidad y diversidad. Porque es fundamental para contrarrestrar el neofascismo y la derechización social. Por eso consideramos que
Andalucía debe seguir desarrollando y consolidando su propio autogobierno, dentro de un marco federal para el Estado Español y en el ámbito de un futuro Estado Confederal Europeo.
12. Plural. Porque entendemos que la pluralidad es un valor en sí mismo, un patrimonio que debe ser respetado y defendido. Y porque consideramos que es posible el entendimiento, la colaboración y la construcción de un movimiento social y político desde el respeto a las distintas ideas, creencias, sensibilidades, planteamientos o matices que cada persona es capaz de aportar o de sus opciones sexuales, religiosas o laicas.
Consideramos que desde la pluralidad es posible confluir en la generación de alternativas concretas a los problemas, porque para ello sólo es necesaria la voluntad de construir y acercar planteamientos utilizando como instrumentos la inteligencia, el debate y el consenso.
La izquierda
En la actualidad asistimos a un panorama de cierta confusión y división dentro del campo de las ideas y la práctica de la izquierda política y social.
Las personas que no nos sentimos identificadas ni con una izquierda “mediática”, obsesionada con lograr la conquista y permanencia en el poder de las instituciones políticas, ni tampoco con una izquierda “autoritaria”, cerrada sobre sí misma, que se ha inclinado excesivamente del lado del dogmatismo, la ortodoxia, la verticalidad y la rigidez, encontramos dificultades para poder encontrar los instrumentos organizativos adecuados que nos permitan desarrollar nuestras inquietudes políticas a través de una participación que sea gratificante y enriquecedora para las personas.
La izquierda en este país no ha sabido adaptarse a la democracia incompleta que tenemos. Por muchas razones, entre otras destacamos:
- Se siente “cómplice” y/o “rehén” del PSOE. El miedo a aparecer frente al partido que ha gobernado y gobierna.
- La entrada en las instituciones no ha provocado un cambio real. Se han mantenido los modelos establecidos: clientelismo, enchufismo, cargos a dedo, coches oficiales, empresas “del partido” o “de las amistades”, etc.
- Se ha abandonado, por regla general, la reflexión colectiva, la profundización en el debate (existe incluso falta de debate), lo que supone también andar a tientas, que ni tan siquiera haya una línea clara y coherente.
- Más que formar e informar, se manipula y se desinforma. No se fomenta el pensamiento crítico y la autocrítica y en demasiadas ocasiones las organizaciones se convierten en núcleos de intereses materiales (ya sea por trabajo, por “ascensión social”, por protagonismo, etc.), o en pequeñas sectas, que como tales, tienen comportamientos sectarios: no se acepta a quien disiente, se le margina y, lo que puede ser peor, se le demoniza y se le denigra.
- Los métodos usados distan de ser participativos y democráticos, al tiempo que, lejos de fomentar la crítica constructiva y reflexiva, se fomenta el caudillismo, el personalismo y el utilitarismo.
- Se ha amparado en “aparatos” que controlan todo
Por lo tanto, cuando nos definimos como parte de la izquierda transformadora queremos reforzar nuestro compromiso por trabajar hacia el cambio y la mejora del entorno que nos rodea. Conscientes de que el progreso y el cambio social sólo se consigue desde el inconformismo respecto a lo que no nos gusta de la realidad y la búsqueda de nuevos paradigmas.
Esta actitud excluye nuestra dedicación exclusiva al campo de la política institucional y la lucha por el acceso a cotas de poder político. La política es un instrumento más (no un fin en sí mismo) para el cambio social, pero ni es el único ni siempre es el más útil. Los cambios sociales requieren ineludiblemente el cambio de las personas individuales, de sus actitudes y de sus valores, y el de las relaciones sociales, y esos cambios difícilmente se alcanzan únicamente dictando nuevas leyes u ordenanzas o con la gestión de los presupuestos públicos. Por el contrario, será el trabajo desde abajo, la creación de conciencia cívica y el activismo social, como podremos transformar la realidad.
Por ello proponemos el trabajo a través de una agrupación independiente, flexible, abierta y de carácter local. Un trabajo voluntario. Que sea satisfactoria. Que nos permita definir y construir alternativas de progreso a los problemas que afectan a nuestros municipios y a nuestros/as conciudadanos/as. Que nos sirva para intervenir y, en la medida de nuestras posibilidades, aportar ideas y acciones en el debate de la izquierda y de la política en unos ámbitos más generales. Para, desde el respeto mutuo y la colaboración dentro de la diferencia, avancemos en construir otra sociedad, otro mundo.
La política
Somos conscientes del sentimiento de rechazo hacia la política y los políticos que corre paralelo al propio desprestigio de la “política” y que en buena parte viene originado por el enorme eco que los casos de corruptelas y corrupciones han encontrado en los medios de comunicación así como por la sensación que se ha instalado en buena parte de la opinión pública respecto a que las personas que muestran públicamente inquietudes políticas o trabajan en “política” lo hacen por intereses privados más que de la colectividad.
Los partidos tradicionales, atados a las subvenciones recibidas vía aportaciones institucionales (sean subvenciones, sea por cargos institucionales, sea por acuerdos de gobiernos y cogobiernos, etc.) han supuesto burocratizar su práctica y la generación de “pequeños poderes” para los aparatos que los manejan.
La realidad es que cada vez cuesta más trabajo encontrar en las instituciones un partido político que pueda considerarse un ejemplo cívico de ética política.
Frente a esta impresión social, frente a estas prácticas, frente al peligro de “berlusconización”, creemos necesario recuperar la dimensión social de la política, su componente ético. Para ello es necesario actuar y trabajar en política asumiendo pautas de conducta acordes con estos valores y esto es especialmente necesario para las personas que ocupan cargos públicos representativos.
Esta actitud tiene naturalmente que reflejarse en la forma de funcionamiento interno y externo de este grupo y debe cristalizar en la configuración de una cultura organizativa y política propia, original, basada en:
· La ética personal y colectiva.
· El compromiso programático contraído con las personas militantes, activistas, afiliados/as, adscritos/as, colaboradores/as, simpatizantes, y con la sociedad.
· La democracia interna.
· La transparencia en los debates.
· El respeto a todas las personas y todas las ideas.
· La libre expresión de ideas y opiniones.
·
· La coherencia entre la práctica interna y los planteamientos públicos.
· La voluntariedad y libertad del compromiso político.
· La lealtad y la autodisciplina.
· La participación y el debate previos como instrumentos para la toma de decisiones.
· El consenso como método idóneo para lograr acuerdos lo más adecuados, unitarios e integradores posibles.
· La reflexión y la elaboración colectiva como medio de articular la participación activa en la elaboración de programas, la horizontalidad, y la socialización de conocimientos.
·
· El respeto a la libertad de discrepancia.
· El rechazo de la política como profesión o medio de conseguir intereses privados.
· La rotación en los cargos.
· El trabajo en red.
Entendemos que sólo el ejemplo de una práctica política basada en estos principios y actitudes puede contribuir a devolver a la política la dignidad que se merece como actividad intelectual, humana, ética, de carácter social, dirigida a gestionar los asuntos públicos, los intereses de toda la ciudadanía y especialmente la de los sectores más desfavorecidos, más débiles de la sociedad.
Esta es nuestra propuesta para construir el camino de forma colectiva y conjunta.

1 comentarios:

Gonsaulo Magno dijo...

Comparto alguno de vuestros principios, pero no todos. Espero que tengáis suerte. Ánimo con la democracia real.

Un saludo

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