Sanar colectivamente la sociedad herida



Brueghel


Quienes firmamos este texto llevamos tiempo trabajando a título individual en el Bloque Primero Izquierda (en construcción) y en Llamamiento 2011 y queremos hacer una reflexión pública de nuestras preocupaciones.

Somos conscientes de la dictadura de los viejos lugares comunes, las añejas creencias, los lenguajes ortodoxos, los rituales conservadores de supuestas seguridades o heredados privilegios que tanto daño nos hacen. De una sociedad compleja que nos aliena, nos somete, nos engulle, y nos impide salir de su movimiento circular y anodino. Y nos exige ser igualmente complejos, personas enrevesadas y llenas de temores.

Queremos parar esta enorme maquinaria que nos somete, día tras día, y que vive de nuestras inconsciencias, de nuestras metas acumuladoras de dinero, poder, o que nos llenan de angustia por no poder alcanzarlas. Pero no queremos seguir confrontándolo como se ha venido haciendo hasta ahora.

Queremos ahondar y desvelar el cuento que nos contamos y nos cuentan todos los días.

Queremos que llegue la hora de que la economía se cambie en herramienta dependiente y nunca más como eje del mundo. Basta ya de que el “crecimiento” sea el sustantivo que en exclusiva haya de arrogarse el capital. Son los otros crecimientos que más nos importan, los del conocimiento, la cooperación, y la paz, por poner algunos ejemplos.

Queremos que el derecho al conocimiento, al desarrollo como personas, se asocie no al poder económico, sino al derecho como seres vivos de alcanzar su plenitud.

Queremos provocar un giro en la confrontación, desviando la vista desde el espacio de lucha al espacio de creación, desarmando de argumentos tradicionales a quienes aún sustentan los viejos modelos. Ser revolucionarios en el sentido de que quienes primero han de revolucionarse somos los propios protagonistas defensores de las nuevas ideas.

Todas las propuestas ideológico-políticas del pasado deben tenerse presentes ahora, ya no desde la ideología de la confrontación sino como herramientas válidas de análisis, para afianzar el nuevo modelo. Con imaginación para resolver problemas y serenidad ante la urgencia de los tiempos. Parar nuestra propia dialéctica de oposición, y reconstruirla según unos nuevos parámetros surgidos del consenso, pero producto de esa nueva y necesaria reconfiguración de valores individuales y sociales.

Propugnamos; la alocución contenida frente a los excesos de la retórica; el discurso creativo frente a la réplica destructiva; el enfoque alternativo en lugar de la obsesión por la lucha; las palabras justas frente al discurso incontenido; el silencio y las pausas frente al horror vacui; eludir la crítica como recurso constante. Un nuevo modelo de humanidad y ciudadanía multidimensional, sensible al medio y a sí misma, deseosa de ampliar sus facultades deshaciéndose de los viejos corsés que la empequeñecen y la coartan, permitiéndonos la oportunidad de descubrir otras dimensiones en nuestras vidas.

Partimos desnudos para construir colectivamente desde abajo, sin decisiones impuestas desde arriba o por pequeñas camarillas. Un movimiento capaz de ganar la confianza y el apoyo de ciudadanos y ciudadanas, que impulse su participación y colaboración. La solidaridad, la inteligencia, la generosidad, el diálogo y la sustitución de la confrontación y la competencia por la cooperación deben ser la base de esta confluencia que, sin exigir la renuncia a los matices, permita buscar todo aquello que nos une para constituir un bloque político y social mucho más fuerte, tanto en las instituciones como en la sociedad

La presencia en las instituciones democráticas no es la única forma de acción política, pero sí es útil y necesaria. Como altavoz de la defensa de los derechos ciudadanos y como un instrumento para gestionar propuestas alternativas. De la mano, trabajo institucional y trabajo social, irán sin prisa pero sin pausa, para cambiar un mundo que ni nos gusta, ni compartimos, ni queremos para nadie.

Hoy más que nunca, después del pacto que desde arriba han firmado las direcciones de los sindicatos mayoritarios y que ha dejado más desarmados, más indefensos y más débiles a las personas de abajo, a quienes viven de su salario, de su pequeño negocio o de buscarse la vida a diario, es urgente que nos juntemos y unamos fuerzas. Desde los que hoy se sientes huérfanos de un proyecto político que los represente, a quienes buscan sin encontrar una alternativa clara, a quienes aún militan, simpatizan o votan a algún partido político denominado de izquierda, todos y cada una deben actuar y hacerlo con contundencia frente a esas direcciones burocratizadas, asentadas, acomodadas y orientadas únicamente a mantener y consolidar su posición y hacer posible sus ambiciones de gobierno antes de que el tiempo vital se lo impida.

A todos y a todas invitamos para unir fuerzas y conseguir que un movimiento unitario sea el nuevo fantasma que recorra el mundo. Para evitar la decadencia, el acomodo y la falta de credibilidad de unas posiciones honestas y válidas, puestas en tela de juicio hoy en día.

Desnudos y esperanzados empezar la construcción conjunta. Con el compromiso real, sincero y firme de la regeneración y la no profesionalización política. Contra la corrupción y el clientelismo. En ruptura con el sistema capitalista. Para evitar que se sigan llevando a cabo o que se firmen pactos que machaquen a la mayoría en beneficio de una minoría. Con la igualdad, la libertad, la justicia, la democracia y la solidaridad como elementos básicos y reales de actuación.

De eso se trata. Caminar con todas las personas que desde la generosidad y el altruismo quieran hacerlo a nuestro lado.

Lola Ruiz Domenech. Federico Vaz. Ángeles Mora. Javier Tárraga. Milagros García Pastor. Alberto Matarán Ruiz. Rafa Morales. Remedios Garrido. Miguel Martín Velázquez. José Antonio Navarro. María Daza. José Manuel Castillo. Teresa Lasala Martos. José Luis Mendoza Fernández.. José Luis Chacón Lafuente. Lola Sánchez. Manolo Lao Alcaide

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